Ruta de los paisajes boscosos y la Sierra Tarahumara
- coco8009paredes
- 16 feb 2021
- 6 Min. de lectura
Esta interesante ruta te llevará por los más hermosos paisajes del norte de México, iniciando por Chihuahua. En esta ciudad disfrutarás de su Centro Histórico, en donde caminarás por la Plaza de Armas y conocer su impresionante catedral de estilo barroco. Además podrás admirar la Quinta Gameros, mansión que data de la época del porfiriato y que parece sacada de una película. De Chihuahua también sobresalen las bellezas naturales que la rodean.

A muy pocos minutos se encuentra Ciudad Cuauhtémoc, ahí conviven rarámuris, mestizos y menonitas, es por ello que es conocida como Ciudad de las Tres Culturas. Aquí podrás ver los amplios campos de manzanas de los menonitas o caminar por el centro y conocer el templo de San Antonio de Padua. Sus alrededores fueron además importantes escenarios durante la Revolución, como la antigua Hacienda de Bustillos, lugar donde se reunió Francisco I. Madero con Pancho Villa y Pascual Orozco.
Ascendiendo por la Sierra Madre Occidental, o también llamada Sierra Tarahumara, te espera San Juanito. Es un encantador lugar rodeado de bosques y naturaleza, con cabañitas de madera de ensueño. Uno de sus principales atractivos es la Presa Situriachi, especial para andar en bote e incluso pescar. Gracias a sus paisajes rodeados de naturaleza es ideal para que disfrutes del turismo de aventura y de unos días de descanso.
Subiendo aún más por la Sierra Madre Occidental, llegarás hasta Bocoyna. Este pequeño pueblo es precioso pues se encuentra rodeado de bosques y maravillosas vistas. Conéctate con la naturaleza del lugar al caminar entre aromáticos pinos. Aquí fueron importantes las misiones de las cuales aún se encuentran sus antiguas construcciones. También podrás saborear el tesgüino que preparan los tarahumaras a base de maíz o el sayonara.

A tan solo 15 km se encuentra Creel. Este pequeño pueblo te ofrece una gran tranquilidad que te invita a recorrerlo. En la avenida principal verás diversas tiendas en las que podrás adquirir artesanías tarahumaras: pulseras y aretes de metal, rebozos e incluso tambores y violines. Es perfecto para el ciclismo de montaña y el rappel, y es punto de partida si quieres visitar las Barrancas del Cobre o realizar el tour a bordo del tren Chepe.
Chihuahua
El estado más grande de la República Mexicana, forma parte del desierto más grande de toda América del Norte, su capital, que lleva el mismo nombre, concentra un pasado revolucionario que resuena en cada uno de sus corridos, donde la historia toma forma de canción y en el que sus museos, monumentos, y construcciones, narran las batallas ganadas, la presencia de la fe y la influencia arquitectónica que se resiste a perder vigencia.
La ciudad por sí sola es un museo vivo, que se palpa y que se manifiesta a través de cada estatua erigida en su Centro Histórico, que abre las puertas a quienes deciden adentrarse en sus entrañas y andar a paso firme bajo el sol del clima desértico, sin caballo y sin detenerse, siguiendo las líneas imaginarias que trazaron el curso decisivo de nuestro presente, donde la División del Norte vibró con el clamor de un pueblo que hizo nación.

Con estilo barroco y una construcción que tomó cerca de un siglo en concluirse, la Catedral Metropolitana de Chihuahua es uno de los principales atractivos de la capital. Santuario del Cristo de Mapimí, el recinto cuenta además con un Museo de Arte Sacro, localizado en su sótano, donde puede visitarse su colección permanente de óleos del siglo XVIII.
El Palacio de Gobierno, una construcción de la era porfiriana ubicada al centro de la ciudad, es una de las joyas de la ciudad. Al cruzar sus grandes puertas de madera te encontrarás con un verdadero Palacio con paredes adornadas con murales que te contarán la historia de la ciudad desde 1941 hasta la época de la Revolución Mexicana. Dentro podrás encontrar dos pequeños museos, uno dedicado al héroe de la patria Miguel Hidalgo y Costilla quien fue fusilado en este lugar; el otro es una galería de armas antiguas.
Andar por Chihuahua es sinónimo de explorar un enorme restaurante, donde sus delicias gastronómicas parecen no tener fin. En donde termina un plato fuerte asombroso, inicia un insólito postre, con carne o sin ella, los chihuahuenses han sabido ingeniar alquimias irresistibles dentro de sus hornos o al calor de sus cazuelas. No olvides llevar mucho ánimo y hambre, además de unas viandas para guardar tu itacate, nos lo agradecerás.

Ya sea en plan relajado o con un sotol en mano para disfrutar del clima de Chihuahua y en la otra un montado con frijoles refritos, en grupo para compartir una discada o en pareja desayunando machaca, los sabores esta ciudad se degustan hasta cuando se recuerdan, porque el olor y sabor de su sazón es algo que una vez que descubres no te dejará. ¡Ven al Estado Grande a descubrir tu próximo platillo favorito! No podrás evitar compartir en tus Instagram Stories todos estos festines.
Ciudad Cuauhtémoc
Abriendo la puerta para la Sierra Tarahumara, encontrarás la comunidad de Ciudad Cuauhtémoc (nombrada así en honor al último emperador azteca) ubicada a 104 kilómetros al suroeste de la ciudad de Chihuahua.
También se le conoce como “La Tierra de las Tres Culturas”, ya que en Ciudad Cuauhtémoc conviven los habitantes descendientes de los hacendados revolucionarios, así como la comunidad indígena de los rarámuris y los menonitas.
Recorre esta ciudad que a pesar de ser una de las localidades más jóvenes del estado de Chihuahua, es altamente reconocida por la belleza de sus huertos que generan una de las delicias emblema de estas fértiles tierras y clima árido: las manzanas. De igual forma, el desarrollo ganadero y la producción de lácteos han solventado la actividad económica de Cuauhtémoc.

Tampoco puedes perderte viajar tiempo atrás cuando visites su antigua estación de ferrocarril, construida durante el porfiriato que ayudó al desarrollo de la zona posicionándola como la tercera zona más importante de la región. En las antiguas máquinas viajaban todo tipo de materia prima, cabezas de ganado y herramienta utilizada en la minería que aseguraban el progreso y modernidad a todo este territorio.
Aunque el estado está conformado por 67 municipios, éste es uno muy especial pues es el hogar de la comunidad más grande de menonitas en toda América Latina, quienes llegaron desde Canadá durante los años 20s (sólo en esa década arribaron alrededor de seis mil) huyendo de una persecución religiosa iniciada por el movimiento a la Reforma de Martín Lutero.

Fue aquí, en la frontera de Chihuahua, donde encontraron las tierras ideales para desarrollar su modo de vida. Es por esto que ir esta comunidad se ha vuelto una visita obligada en el itinerario de quienes viajan por el estado.
Creel
Chihuahua es el estado más grande de México y esto no solo tiene que ver con su extensión geográfica sino también con la variedad de sus paisajes, los cuales parecieran tesoros muy bien resguardados en las imponentes montañas que integran la Sierra Madre Occidental, uno de estos es el Pueblo Mágico de Creel.
El camino a Creel es especial por las vistas panorámicas que te acompañan mientras conduces, ya que literalmente hay que atravesar la sierra. Se encuentra aproximadamente a cinco horas de distancia en automóvil o autobús partiendo de Chihuahua capital.

Aunque, definitivamente la mejor manera de llegar a Creel es haciéndose a la aventura en el Chepe Express, una ruta de tren que recorre la Sierra desde Los Mochis, Sinaloa, con destino a este pueblo mágico fundado en 1907. El viaje tiene una duración en promedio de 10 horas.
El clima en Creel va de templado a frío en primavera y en verano el sol es intenso y puede tostarte la piel aunque el aire se sienta fresco, además llueve poco. Eso sí, si planeas tu visita en invierno empaca ropa muy abrigadora porque las temperaturas llegan a ser bajo cero, incluso, podrías ser testigo de una nevada.

Su ubicación en lo alto de la Sierra Madre Occidental convierte a Creel en el sitio perfecto para practicar actividades al aire libre y conocer las costumbres y tradiciones de los rarámuris.
Creel es la puerta de entrada a las Barrancas del Cobre –ubicadas en lo que también se conoce como la Sierra Tarahumara–, el hogar de los rarámuris y en donde encontrarás cascadas y tirolesas aptas para los más aventureros e incluso los vestigios de algunas pinturas rupestres.
Créditos de redacción y fotografía a quien corresponda.
Comments